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El f útbol, un deporte de transmisión de valores
En el mundo del deporte y en el fútbol en particular, muchas veces quedan olvidados los valores que rigen en esta actividad deportiva.
¿A qué se debe?
A su falta de transmisión durante los entrenamientos. A nuestros niños se les enseña desde muy pequeños (6-7 años) valores de competición donde lo importante es rendir y conseguir la victoria por encima de todo.



Sería un error decir que la culpa es exclusivamente de los entrenadores. Esto no es verdad. Es culpa de todos los que nos dedicamos a este apasionante deporte. Por un lado, tenemos que hablar de los pocos recursos de los que disponen los clubes, ya que la mayoría de ellos no tienen, por ejemplo, un Área de Psicología con la que trabajar los valores deportivos.
Por otro lado, no hay que olvidar que los entrenadores atienden a las exigencias de los directores deportivos, lo cuales centran su atención en el rendimiento deportivo, es decir, en los resultados...
Con esta reflexión, queremos dar una serie de pautas a todos aquellos profesionales de este deporte (presidentes, directores deportivos y entrenadores entre otros) para que hagan un mayor hincapié en el trabajo de valores como actividad imprescindible dentro de los entrenamientos de las categorías inferiores de fútbol base.
Prebenjamín y Benjamín
Valores como la diversión, el respeto a las normas, al árbitro, a los compañeros y a los rivales son esenciales a estas edades ya que lo que debemos conseguir es que los niños practiquen deporte (independientemente de que sea fútbol o kárate), ya que estamos hablando de una actividad que es saludable para nuestros pequeños.
El practicar deporte conlleva también una educación donde se enseña al niño y a la niña a socializarse con el resto de sus compañeros. La adquisición de habilidades sociales son muy importantes y no podemos dejarlas de lado. A estas edades, los técnicos deben preocuparse más por hacer una función más dirigida como educador que como entrenador.
Alevín e Infantil
En estas categorías, los entrenadores deben integrar en sus entrenamientos actividades donde enseñen valores tales como la humildad, la deportividad, el compañerismo, la confianza o la responsabilidad. En estas edades, los niños comienzan a tener conciencia de sus actos y un número importante de responsabilidades tanto en casa como en el colegio. Las dificultades que conlleva el inicio de la adolescencia también deben ser consideradas por los técnicos para obtener una mayor confianza con sus jugadores.
Cadete y Juvenil
Aquí podríamos decir que comienza una nueva etapa deportiva donde los valores que se enseñan vas más dirigidos al rendimiento. El trabajo en equipo, la comunicación o el liderazgo son algunos de los valores que los entrenadores deben trabajar a lo largo de la temporada a través de diferentes actividades para optimizar el rendimiento de sus jugadores.
Otra parte fundamental que se debe incluir es el entrenamiento mental (visualización, establecimiento de objetivos y control de la activación entre otros).
Es imprescindible en esta categoría.
Cuando la igualdad física, táctica y técnica es máxima, la diferencia está en el factor mental.
Por último, y no por ello menos importante, es imprescindible el trabajo con los padres ya que son uno de los pilares más importantes dentro de un club de fútbol. El comportamiento de éstos en las gradas, el efecto espejo padre-hijo, los beneficios de la práctica deportiva para sus hijos, la transmisión de valores, etc. es un trabajo indispensable, fundamental y obligatorio que se debe atender en cualquier club de fútbol.
Para ello existen Áreas de Psicología como las que proporcionamos en el Centro de Psicología Aplicada al Deporte CPAd que se preocupan por el trabajo de padres y madres.
A nivel de Club, es importante que los diferentes equipos de un mismo club participen en torneos y competiciones donde el objetivo de los mismos se premie el cumplimento de los valores deportivos.
Algunos ejemplos de este tipo de torneos donde ha colaborado el CPAd son: la Danone Nations Cup y la Copa Coca-Cola.
Todos los que nos dedicamos a este mundo, debemos de remar en el mismo sentido.